tercero - 220222
Seguro más de una vez escuchaste o viste en redes eso de “invierno: temporada de peelings”. Capaz ni siquiera sabés lo que es un peeling y por qué conviene hacerlos en invierno te tiene aún más perdida. No te preocupes que acá estoy yo para explicarte todo.
¿Qué son los peelings?
Un peeling es un tipo de exfoliación de las capas más superficiales de la piel que se hace a través de una solución química. En general estas soluciones químicas suelen tener ácidos como los que podemos encontrar en productos de skincare (AHA y BHA) pero en concentraciones mayores; o pueden tener otro tipo de soluciones químicas.
Por eso, los peelings se deben hacer en el gabinete de un cosmetólogo, dermatólogo o cosmetólogo médico, en un ambiente controlado y con los conocimientos necesarios para que ofrezca buenos resultados y la menor cantidad posible de efectos secundarios.
Hay muchos tipos de peelings, con diferentes beneficios y riesgos, por lo que una evaluación profesional permitirá elegir el más adecuado para tu tipo de piel y lo que querés obtener.
Como norma general, los peelings, al renovar la piel, nos permiten disminuir manchas, arrugas, texturas y cicatrices en la piel, tratar el acné, devolverle la luminosidad al rostro. Eso se debe a que desprendemos la capa más superficial y lo que vemos es piel nueva, más sana y sin ese “bagaje” de daño solar, envejecimiento, etc.
Pero si no lo hacemos bien puede generar algunos problemas en la piel: infecciones, hiperpigmentación, cicatrices, herpes… Por eso hago tanto hincapié en que este tipo de tratamientos debe hacerlos un profesional.
¡Ojo! Que la piel se pele no necesariamente es un problema: en los peeling medios y más fuertes es normal que la piel se descame, esté más sensible y algo enrojecida por unos días. En todo caso, es algo que el profesional debe avisarte para que lo tengas en cuenta.
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